Sí, Los Miserables es un fenómeno musical, pero es difícil que pase de ahí.
Los Miserables tenía todos los ingredientes para convertirse en una gran película y, sin embargo, no los supo aprovechar. El resultado final, obviando lo espectacular (que no se le puede negar), es algo mejor que mediocre, aunque no mucho.
Antes de verla había leído algunas críticas por ahí, críticas en general malas o, como mucho, no excesivamente entusiastas. Que conste que me negué en redondo a creerlas y, de hecho, no terminé de leer ninguna. Ya no me gusta ir al cine sabiendo de mano qué opina la crítica, pero en este caso era diferente. No sé si habéis visto el trailer de Los Miserables. Los que sí lo hayáis hecho, supongo que entenderéis perfectamente de qué hablo cuando digo que, después de ver eso, no podía entender esas críticas. Sin embargo, parece que nos encontramos ante el típico caso de un trailer mejor que la propia película, un fenómeno por desgracia hoy muy extendido.
No me interpretéis mal: no quiero decir que Los Miserables sea una mala película. Es más, os recomiendo verla en el cine porque la experiencia merece la pena, no sólo por la banda sonora (simplemente soberbia), sino por la espléndida actuación de todos y cada uno de los actores. En ese sentido Los Miserables rebosa intensidad.
Mi problema es sobre todo con el tratamiento de la historia. Aún no he leído la novela de Victor Hugo pero casi podría asegurar que la película omite mucha información que debería aparecer. Alguien que ya lo haya leído probablemente haya seguido el argumento sin problemas, pero yo me perdía. Creo que eso es síntoma de una mala adaptación. En mi opinión, una película, aunque se base en una novela, debe existir por sí misma y no dar nada por sentado, como parece ocurrir constantemente en el caso que nos ocupa.
Con todo, no conservaré un mal recuerdo de Los Miserables. Creo que podría haberse hecho mucho mejor (en momentos como este sí pegaría una segunda parte, mira), pero la intensidad de la que os hablaba antes es lo que ocupa casi toda mi impresión.
La que os dejo como conclusión de este post es una de las escenas que más me gustaron de toda la película y que mejor ejemplifica la fuerza a la que me refiero.