lunes, 27 de febrero de 2012

The Help

Éste es uno de esos casos en los que hay que hablar de libro y peli. Y en qué momento, teniendo en cuenta que ayer tuvo lugar la Gala de los Oscar. 
Como sabéis, Octavia Spencer, la actriz que encarna a Minny, una de las protagonistas de la historia, ganó el Oscar a Mejor Actriz de Reparto. Criadas y señoras (The Help en el original) estaba nominada también a Mejor Película, y Viola Davis, actriz que interpreta a Aibileen, otra de las protagonistas, a Mejor Actriz Principal. No se llevaron más que un galardón de tres, pero supongo que sólo el hecho de que se te tenga en cuenta, sobre todo a estos niveles y con la competencia tan dura que había,  tiene que ser un gustazo tremendo.

Mi historia con esta película (y también con el libro, pero de eso ya hablaré más tarde) es un tanto curiosa. Fui a verla al cine con unas amigas y, por primera vez en mi vida, entré en la sala sin tener ni idea de lo que me iba a encontrar. Una experiencia altamente recomendable, por cierto, con esta película en especial y casi con cualquier otra. 
A estas alturas, creo que todo el mundo está enterado del argumento de Criadas y señoras, así que no entraré en más detalles a fin de evitar spoilers. Puede que penséis que no hay posibilidad de chafar una película como esta, pero os equivocáis. Y mucho. 
La de Criadas y señoras es una historia emotiva donde las haya, pero sin caer en el sentimentalismo y el horror de otras que han tratado el mismo tema. Está maravillosamente  contada y ambientada, además de ser una adaptación excelente, pero, sintiéndolo mucho, no es tan impresionante como para ganar un Oscar. 
En cualquier caso, es algo más que digno de ver. Así que ya sabéis, id al cine ahora, que luego llega el Marzo Negro y no se puede. 

Suele pasar que cuando una novela da pie a una película, se pierde el norte literario. Bueno, igual no tanto. Pero sí se difumina un poco, aunque sólo sea porque cambian la portada y luego pasa lo que pasa: 

"Ah, ¿que hay libro? ¿Cuándo lo hicieron?". 


Con el libro me pasó algo parecido que con la película. Ahora ya sabía de qué iba, pero no me refiero a eso. Me lo encontré de casualidad. Yo buscaba un manual de literatura y acabé con esto. Es que no tenían el manual... y yo tenía ganas de leer pero ningún libro a mano. Era obvio lo que iba a pasar ¿no? 
De la novela puedo decir más o menos lo mismo que de la película: no revelo nada por no destriparla pero sí adelanto que realmente merece la pena. Pero ojo, si veis la película antes sabed que no os vais a encontrar con lo mismo, ni mucho menos.
Normalmente me molestan cambios tan esenciales como los que han hecho para adaptar Criadas y señoras a la gran pantalla, pero en este caso concreto los entiendo. No podría haber sido de otra manera. Además, la película es un gustazo de ver, así que estoy contenta. 

En resumidas cuentas: Criadas y señoras, libro o película, pasa a la lista de cosas que me reconcilian con el mundo. 

lunes, 20 de febrero de 2012

El valle de los caballos, una novela de paso

Anoche terminé El valle de los caballos, segunda parte de la mítica saga Los Hijos de la Tierrade Jean M. Auel. Probablemente os resulte familiar, ya que hace no muchas entradas (mejor dejamos a un lado el factor tiempo) dije maravillas de la primera parte de esta serie, El clan del oso cavernario. Podéis rememorar aquel post aquí.
Pues bien, ya lo dice el refrán: "Segundas partes nunca fueron buenas". A ver, no es que deteste esta novela, no es que haya sufrido mientras la leía. Es sólo que comparada con la primera... uff.
Sigue teniendo el punto fuerte de El clan del oso cavernario: el tremendo trabajo de investigación, patente a lo largo de toda la obra. Pero en este caso, 

AVISO: SPOILER

como la historia trata de lo que ocurre una vez Ayla abandona el Clan hasta que se encuentra con Jondalar, ocupa largos periodos de soledad y aislamiento, sobre todo para la joven cromañón: Ayla pasa hasta tres años en lo que luego llamarán el valle de los caballos, con sólo una yegua y un cachorro de león cavernario por compañía.

FIN DEL SPOILER

Las diferencias entre el Clan y Ayla quedan aún más patentes en esta segunda parte. Podemos ver, paso por paso, cuáles son exactamente las cualidades que permitieron a nuestros antepasados preparar el camino para llegar a lo que somos hoy (aunque, dicho sea de paso, no sé si se sentirían muy orgullosos; yo, desde luego, lo estoy muy poco). Sin embargo, los descubrimientos de la joven parecen forzados, chapuceros, demasiado fáciles y rápidos. El colmo de la serendipia, por decirlo de alguna manera. Antes nos mostraban sus intentos, sus faltas, sus razonamientos... Ahora no. No hay ensayo ni error, sólo un abrumador talento natural que puede con todo. Me alegro por Ayla, porque es un personaje con el que he llegado a simpatizar, pero soy una lectora mezquina: prefiero que sufran un poco. 
Por otro lado, Auel aligera la acción intercalando a lo largo de buena parte del libro la historia de Ayla con el Viaje de Jondalar y Thonolan, dos hermanos cromañón en busca de aventuras primero, y de la muerte después. 
Los capítulos de Jondalar y Thonolan sirven también para hacernos una idea de lo radicalmente opuestas que son la vida, las relaciones y las costumbres de los hombres del Clan que cría a Ayla y de estos personajes nuevos. Quizá sea ésta la única razón por la que merece la pena leer El valle de los caballos.

En resumidas cuentas, recomiendo este libro sólo a aquellos que hayan disfrutado con El clan del oso cavernario. De todas forman, es posible que muchos abandonen la saga después de este libro. Yo, por mi parte, tengo el tercero en la estantería; voy a darle una oportunidad.