miércoles, 17 de agosto de 2011

El Clan del Oso Cavernario

El Clan del Oso Cavernario es uno de esos libros sin término medio: o lo adoras o lo odias. Pasa lo mismo con El Señor de los Anillos Los Pilares de la Tierra. Según a quién le preguntes serán "un tostón insoportable" o "una obra maestra de la literatura, de lo mejor que he leído en años".
No he leído Los Pilares de la Tierra pero creo que se puede notar que sí leí El Señor de los Anillos y lo adoré. 
Me gustaría empezar diciendo que antes de leer El Clan del Oso Cavernario detestaba la Prehistoria. Tanto hueso, tanta cueva. Siempre se me hizo muy pesada. Este libro me ha ayudado a encajar muchas de las cosas que hasta hace muy poco no era capaz de asimilar. ¿A mí qué más me daba que unos señores hace no sé cuánto de pronto empezaran a comer carne? ¿Qué relevancia podía tener que su cabeza fuera más o menos grande? ¿Para qué tengo que memorizar todos esos latinajos? ¡Lo interesante empieza en la Edad Media, joder! 
Pues no. Resulta que sólo necesitaba meter todo eso dentro de una historia. Un hilo argumental. Una tía lejana mía decía que para que a su hijo se le quedara lo que tenía que estudiar en historia se lo contaba todo como si fuera un cuento. Me reía pensando "Qué chorrada, ni que fuera un crío pequeño". Calladina estoy más guapa. 
Sin embargo, no quiero dar a entender que El Clan del Oso Cavernario es una novela de acción trepidante. Realmente la mayor parte del libro son descripciones, bien de costumbres, creencias y supersticiones varias (en mi opinión el punto fuerte del libro), bien de la flora y la fauna de los alrededores (que a mí personalmente se me hicieron bastante pesadas). 
El Clan del Oso Cavernario es fruto de muchos años de exhaustivo trabajo, y eso se nota. Se lo recomiendo a todo aquel que disfrute con la Historia, aunque comparta mi fobia por este periodo.  El que disfrute dedicándose a la vida contemplativa, como quien dice, simplemente pensando y dándole vueltas a cualquier cosa, seguramente disfrutará este libro. 

ADVERTENCIA. A lo mejor soy yo la única gilipollas que lo hizo, pero me siento en la obligación de comentarlo. Yo pensaba, ilusa de mí, que al ser una novela histórica tan tranquila, tan lenta la mayor parte del tiempo, no pasaría nada si antes de terminar el primer libro le echaba un ojo a la sinopsis del segundo, sólo la sinopsis. Pero sí pasó. En fin, yo solita me lo busqué.