Un peliculón donde los haya, una obra maestra de principio a fin. No tengo más palabras para describir Ciudadano Kane.
El fallecimiento de cualquier personaje célebre lleva siempre consigo un gran revuelo, pero en este caso no se trata de un personaje cualquiera así que, como no podría ser de otro modo, su última palabra, rosebud, abre un misterio que, se espera, arroje algo de luz sobre la vida del fallecido.
Es increíble ver cómo a partir de algo en apariencia tan nimio, una única palabra, se intenta desgranar toda una vida. Más sorprendente aún, sin embargo, es ver hasta qué punto hay distancia entre personaje y persona; hasta qué punto es enorme el abismo que separa la grandeza pública y las miserias de la intimidad.
Va a ser verdad eso de que no somos nadie.
Puesto #23 de las 200 de Cinemanía.
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