sábado, 27 de octubre de 2012

Looper

Desde Origen le pillé el gustillo a esas películas que funcionan más o menos como un puzzle. Esas historias, ya sabéis, que se construyen a distintos niveles y, al final, descubiertas todas las piezas, esas escenas en apariencia inconexas cobran sentido.
Por supuesto, este tipo de juegos son muy difíciles de hacer. La película no puede ser tan enrevesada que no se pueda seguir ni tan simple que no tenga gracia; no debe dejar demasiado a la imaginación de cada uno ni cerrar demasiado el final (claro que esto es discutible, es una manía mía). No debe, en resumen, sobrar ni faltar nada.
Desgraciadamente, Looper no cumplió mis expectativas en este sentido. Tenía muchísimas ganas de verla y, sobre todo, mucha fe. Tenía la sensación de que realmente podía ser la película del año y este pálpito se vio alimentado por buena parte de la crítica. A lo mejor tener tantas esperanzas depositadas en ella influyó; quién sabe.
Con todo, Looper no es una mala película. Lo que plantea es muy interesante y sí que ofrece, a pesar de lo que pueda parecer después de leer lo que va de post, un espectáculo más que digno. Tengo que reconocer que las dos horas que dura se me pasaron volando y siempre considero eso un mérito tremendo.
Ahora bien, aunque reconozco que Looper me ha dado en qué pensar, está lejos de ser el tremendo peliculón que yo suponía. Está bien, pero me gustaba más lo que iba deduciendo yo y que al final no tenía nada que ver con lo que ocurría. Es, en fin, de esas películas que se disfrutan más comentando que viendo.

miércoles, 24 de octubre de 2012

La soledad del corredor de fondo

Este mes de octubre se organizaban en el Teatro Filarmónica de Oviedo unas jornadas de "cine con conciencia social". Todos los martes del mes se proyectaba de forma gratuita una película que respondiese a este esquema. Ayer tocaba La soledad del corredor de fondo y todavía queda una última película para el martes que viene, Interferències.
Lo bueno de este tipo de eventos (aparte del precio) es la presentación previa. Ayer corrió a cargo de Juan Pastor, profesor de Psicología Social de la Universidad de Oviedo. El suyo fue, francamente, un discurso muy inspirador, perfecto para la película y el momento; hacía muy fácil prepararse para lo que íbamos a ver a continuación. Creo sinceramente que no habría podido estar tan atenta a la película, a su significado, sin la intervención de Juan Pastor. 

La soledad del corredor de fondo puede parecer a primera vista una película bastante simple, aunque su desarrollo no es ni mucho menos lineal: la mitad de la historia se nos da a conocer por medio de flashbacks. No sigue el modelo tan enrevesado de Juan Marsé, pero puede llegar a parecerse.
Este corredor de fondo es un chico problemático, hijo de obrero, ratero por aburrimiento. Es un chico listo, lo vamos viendo a lo largo de la película, pero no siempre eso es suficiente. Se descubre su intervención en un sustancioso robo y es enviado a un correccional. En este punto  fue muy importante el repaso histórico que inauguró la jornada. Algunos de los que estábamos en la sala (muy pocos, la verdad) conocíamos los sesenta sólo de oídas; vamos, nada. A mí personalmente me vino muy bien que antes de la proyección se recordasen sucesos importantes de la década, así como un esbozo de la ideología general.
El caso es que el protagonista se ve de pronto con una prometedora carrera de atletismo delante de sus narices. La cuestión es: ¿aprovechará la oportunidad que se le presenta?

martes, 23 de octubre de 2012

Cuentos para adornar los sueños, de Miguel Floriano

Hace algún tiempo os hablaba de un bloggero que dio el salto a las imprentas. Hace un par de días, por fin, terminé su primera obra, Cuentos para adornar los sueños.
Por supuesto, la idea que tengo ahora sobre la obra de Miguel Floriano no es como la que tenía entonces, cuando hace algo más de un mes os contaba qué pensaba encontrarme en sus cuentos.
Los cuentos de Floriano son francamente sorprendentes. En muy poco espacio (nunca más de cinco páginas) condensan tantísimo que no sabría por dónde empezar. 
Temáticamente resulta difícil relacionar unas historias con otras. Lo que las une es, en mi opinión, un íntimo carácter poético, que empiezo a pensar inherente a su autor. Sigue chocándome, aun después de leer este libro, lo lírico de la narrativa de Miguel Floriano. Personalmente, para mí es algo así como "poesía para principiantes". Yo no soy una asidua de la poesía, no creo que sepa leer poesía. Sin embargo, sí puedo leer cuentos y puedo adivinar que en sus párrafos, entre comas, se esconden versos.
Pero, ante todo, la narrativa de Floriano es un canto a la sensibilidad, a la ternura y la pasión, a veces agradecida; otras tantas, desgarrada. De una u otra forma, hay algo a que no se queda igual al pasar la última página.

Mis cuentos favoritos (no para que vayáis a ellos en primer lugar, sólo quiero hacer patente el buen sabor de boca que me dejaron) son "Las nubes de poniente", "El tipo que pereció de augurios" y "Manual para la conservación de las camisas". Como suele ocurrir, no podría explicar por qué estos y no otros captaron tan especialmente mi atención. De todas formas, ésta sólo ha sido mi primera lectura de Cuentos para adornar los sueños. Vendrán más, estoy segura.

domingo, 21 de octubre de 2012

El monstruo de Nix

Puede que los fans de Tim Burton sean los que más disfruten con este corto. A la vista está que lo que uno va a encontrarse en El monstruo de Nix es algo raro, oscuro y siniestro. En lo que podemos fijarnos los demás es en la forma que tienen los personajes de moverse y en la textura de los ambientes; la expresividad de las caras y el movimiento de sus cuerpos. 
La técnica del animador Rosto es más que brillante. Yo, que no entiendo (siempre lo digo) pero disfruto como una niña con estas cosas, no pude sino quedarme con la boca abierta nada más ver a Willy, el protagonista del corto, dar sus primeros pasos en la pantalla. Ninguna descripción que se haga puede hacerle justicia: esto hay que verlo.
El argumento quizá resulte un tanto extraño y de entrada difícil de coger pero si te gustan las historias así, desde luego te vas a quedar embobado con El monstruo de Nix
No quiero desvelar mucho porque ésta es, como otras tantas de las que ya hemos hablado, una de esas historias con un argumento tan relativamente sencillo que cualquier detalle dicho antes de tiempo puede arruinarla. La magia está, como os he dicho, en el desarrollo; la sorpresa es el punto fuerte de El monstruo de Nix
Aquí os dejo el trailer para que le echéis un ojo a su increíble técnica. Ahora, si veis el corto entero, mucho mejor. Te guste más o te guste menos, es imposible arrepentirse de ver algo así.

lunes, 15 de octubre de 2012

Cien años de soledad

Empecé a leer Cien años de soledad con ganas, con entusiasmo, y con un poco de miedo, no nos engañemos. Normalmente me acerco a los grandes clasicazos con respeto, con cuidado, como busca un fotógrafo el mejor plano de la leona. No rechazo ayuda, por eso suelo buscar ediciones críticas, como esta de Cátedra que veis en la imagen. Las notas al pie han sido de muchísima ayuda; no sé qué habría hecho sin ellas. 
Sin embargo, a pesar de las precauciones que tomé, Cien años de soledad realmente me sorprendió. Cuando uno lee una novela de esta envergadura, normalmente piensa que va a ser algo pesado, muy cerebral, una de esas lecturas que no admiten el más mínimo descuido y que acaban cansando, como es lógico después de un trabajo así. He aquí mi sorpresa: éste no es el caso de Cien años de soledad. Sí es una lectura compleja, por supuesto (como os digo, la ayuda de los comentarios del editor es inestimable), pero es una gozada. Como se suele decir, disfruté con cada página y, en cierto modo, no quería que se acabase. Todavía sigo dándole vueltas al final, por cierto, uno de los más sobrecogedores que he leído nunca, si no el que más.
No cuesta meterse en la historia y perderse por Macondo al leer Cien años de soledad. Lo más difícil quizá sea manejar tanta información, y no sólo eso, sino decidir cuándo recuperar tal o cual dato. Recuerdo que al final, con la última pareja, tuve que pararme a pensar que lo que para mí eran tan obvio, era totalmente desconocido para ellos. Un juego muy interesante, sí señor, y no es el único ni el mejor.

Ésta ha sido mi primera lectura de Cien años de soledad. Por supuesto, aún me quedan unas cuantas antes de captar todo el significado de esta gran joya literaria. Todo se andará. 

sábado, 13 de octubre de 2012

Chocolat

Está claro que Chocolat es una película sobre sabores, regustos y, sobre todo, cambios. 
La verdad es que no puedo decir que el resultado me haya parecido malo, ni siquiera remotamente pobre. Desde luego Chocolat rezuma carisma, eso nadie lo puede negar. Lo único que quizá podría reprocharle es ser un poco demasiado dulce. Lo digo con tiento porque realmente la película me ha gustado mucho, es sólo que a lo mejor yo soy muy fácil de empalagar, nada más. En cualquier caso, eso ya es cuestión de gustos.
Sí me gustó mucho la forma de enfocar el cambio, de una manera clara pero no demasiado obvia, sutil y gradual pero no lenta. Muy elegante, en resumen. Con ese cambio me refiero a la evolución que deben sufrir todas las sociedades para avanzar. Sin embargo, un cierto sector siempre se opone al cambio. Adivinad quién. 

Me estoy acordando de algo que os dije cuando vi La invención de Hugo. Entonces me quejé de la ausencia de malvado. Ahora me doy cuenta de que, siguiendo el razonamiento de entonces, Chocolat tiene el mismo "problema". No sé muy bien cómo explicar por qué aquí esa figura del malvado no es necesaria y en La invención de Hugo le hubiese dado un toque. Supongo que aquí me sirvió la idea del inmovilismo social, como buena lectora de Buero Vallejo. 
Sea como fuere, os invito a ver Chocolat, no una, sino varias veces. Siempre con algo dulce a mano. 

Rio

Definitivamente, Fox no es Pixar. 

Me levanté esta mañana y la cabeza sólo me daba para buscar algo que ver mientras desayunaba. Me topé con Rio en Canal+ (cómo no) y decidí probar suerte. En su momento no me llamó la atención, pero a estas alturas ya debéis de saber que rara vez rechazo una película de animación.
Rio dura cerca de hora y media y, si tenemos en cuenta que la vi entera y no tuve ganas de levantarme en ningún momento, no podemos concluir que fuera mala. Ahora, ya os adelanto que tampoco es una joya.
Este tipo de situaciones siempre me plantea un problema: no quiero ser tan pedante como para afirmar que una película tiene que ser una pieza de museo para tenerla en consideración. Yo procuro no dejar de lado el "factor entretenimiento", aunque luego me veo en medio de estos dilemas.
Creo que hay un límite para todo: ni los planos perfectos hacen la película perfecta, ni los chistes pueden salvar un truñaco.

Rio se queda en un término medio, algo escaso, sí, pero tampoco le pedía demasiado. Tengo que decir que es entretenida pero nada sorprendente. Sigue un esquema clásico: protagonista lleva vida acomodada, aparentemente perfecta; sale de su entorno; su carencia se hace patente; cambia de estilo de vida y ya es totalmente feliz. Punto. 
Tengo que reconocer que Rio deja un regusto dulce y que es buena para pasar un rato. Pero nada más: nada la libra de su simpleza; es una historia simplona donde las haya y no tiene nada que lo disimule.

domingo, 7 de octubre de 2012

Threesome


Threesome es la serie británica que ha venido para romper moldes. 
Estamos acostumbrados a series como Downton Abbey, Arriba y Abajo o Los Tudor y claro, suponemos que todo lo british es eso: tramas ambientadas en tiempos pasados, protocolos, finura y delicadeza. Pues bien, cuando vayáis a ver el primer episodio de Threesome olvidaos de todo eso: aquí no hay límites de ningún tipo. 
Soy una gran fan de las series que he mencionado antes pero reconozco que me encanta el soplo de aire fresco que Threesome supone. No tienen pelos en la lengua: hablan de todo con la mayor naturalidad y nadie se extraña de nada. Sinceramente, agradezco que de vez en cuando surjan historias así de surrealistas pero tan sencillas.
A estas alturas ya tendría que haber comentado más o menos de qué va pero, como supongo que es bastante obvio por el título y la foto, me voy a limitar a decir que en Threesome encontraréis mucho más de lo que se deduce en un primer momento. Todo lo que necesitáis saber está en el capítulo piloto: adelanta todo lo que vendrá a continuación, no sólo la trama principal, sino la tónica de toda la serie. Hacía tiempo que no veía un capítulo piloto tan potente, por cierto.
Lo más curioso, sin embargo, es que lo que interesa de la historia no es lo que va a ocurrir (esa parte es más o menos evidente) sino cómo se van a desarrollar los acontecimientos; también en ese sentido es contraria a las clásicas series británicas. Ya sólo por eso creo sinceramente que merece la pena asomarse y probar.