lunes, 3 de septiembre de 2012

¡Olvídate de mí! (Eternal Sunshine of the Spotless Mind)

¿Alguna vez habéis hecho algo de lo que luego os arrepentisteis? ¿Habéis sentido tanta vergüenza que quisisteis desaparecer? En momentos como ese, ¿no sería bonito poder olvidar? Pasar no sólo una página, sino todas; empezar de cero.
Todo eso es posible en ¡Olvídate de mí! (o mejor en el original: Eternal Sunshine if the Spotless Mind, un título con bastante más significado, ya veréis por qué).
Lo que se nos ofrece en esta película no es la clásica historia de amor. Es, más bien, la deconstrucción de un romance. Y su destrucción. Todo a la vez. Con un muy sutil toque de ciencia ficción.
Es posible que alguien por ahí no le dé crédito porque el protagonista es Jim Carrey, o que quiera verla precisamente por lo contrario. A todos les digo que no es, ni mucho menos, el tipo de película al que Carrey nos tiene acostumbrados. Tiene algún guiño, algún punto cómico, porque no todo pueden (ni deben) ser lágrimas, pero desde luego Eternal Sunshine of the Spotless Mind no exhibe el humor absurdo que podríamos asociar a esta cara.

No quiero seguir comentando más esta película porque su encanto, tanto para los personajes como para el espectador, es no saber muy bien por dónde van los tiros.
Me resulta complicado callarme porque, la verdad, me ha encantado. Hacía tiempo que le había echado el ojo aunque no sé muy bien por qué. No sabía de qué iba ni había indagado sobre ella. No sé, no me importaba; tenía buena pinta y punto. Me encanta ir descubriendo estas cosillas en los primeros minutos de una película; es una sensación indescriptible... Precisamente para que podáis experimentarla casi nunca os cuento nada, sobre todo cuando estoy tan entusiasmada como ahora. 
Eternal Sunshine of the Spotless Mind se ha colado directamente en mi lista de favoritísimas, no os digo más.

Puesto #80 de las 200 de Cinemanía.

2 comentarios:

  1. Esta también la vi hace tiempo. A mí también me gustó mucho, tiene un color muy especial y es totalmente innovadora. Lo peor: se me hizo un poco larga al final.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí que el final es un poco peculiar, muy ahora me quedo, ahora me voy; no, me quedo; no, vete; ¡bésame!. Yo estaba tan tensa que no me daba cuenta del tiempo que pasaba, la verdad jaja

      Eliminar