Si te gustan las pelis de superhéroes, probablemente Kick-Ass está hecha para ti. Y si no, también; puede ser una buena forma de empezar.
Lo que plantea Kick-Ass es que no todos los héroes son huérfanos vengativos o jóvenes de pronto mutados, bien conscientes de que algo sobrenatural los hace distintos del resto. Es, como bien dice el protagonista, su responsabilidad luchar por aquellos que no pueden defenderse. Pero, ¿qué pasa cuando no tienes nada de eso? ¿Debes quedarte en casa a esperar que te salven o puedes tomar tu destino en tus manos? En suma, ¿cualquiera puede ser un héroe?

Fijaos bien en lo que os voy a decir ahora: ésta es, además, una de las pocas películas de las que espero una segunda parte. Sí veo que el final pide a gritos una continuación, y mirad que me gustan los finales abiertos. Acaban de confirmar una secuela y ya he decidido, pocas horas después de ver Kick-Ass, que cuando salga voy para allá de cabeza. Ya os contaré entonces si se le hace justicia o no, porque siendo como es esta primera parte es igual de fácil que se mantenga en su línea o que caiga en los estereotipos tan frecuentes de este género que hasta ahora evitaba de una forma bastante digna.
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