sábado, 5 de octubre de 2013

Señales

Vale que yo no soy una persona especialmente valiente pero creo que lo de Señales ya es pasarse. En serio, que alguien me explique cómo es posible que una película dé tantísimo miedo.
A ver, no es que se vean cosas terroríficas. Ocurre precisamente todo lo contrario: apenas se ve nada pero siempre estás a la expectativa, que es aún peor. Y claro, como te vas sugestionando tú solo, como te vas imaginando lo que puede estar pasando, cualquier cosa te hace saltar del sitio. Lo mejor de todo, sin embargo, es que nunca terminas de estar preparado para lo que sí se ve. 
También os digo que, terminada la película y con las luces encendidas, hay que reconocer que Señales está muy bien hecha. Es coherente, entretenida, cuenta con unos actores geniales y no deja fuera algunos momentos que se podrían llamar cómicos, bien situados y repartidos.
Ahora bien, si tuviese que destacar una sola cosa de las que me impresionaron de Señales, tendría que ser su magnífica dosificación de la información y el genial juego de suspense que supone.
Pero no la veáis solos. Aunque, bien pensado, ¿lo estamos realmente?

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