No sé si esta es una de esas películas que deberían ir contraindicadas para gente sensible o impresionable. El tema que trata, a poco que indaguéis en lo que significa su título, ya se revela como "polémico", por decirlo de alguna forma. Sin embargo, como en otras muchas ocasiones en que la temática parecía encaminada en una dirección, el resultado final se aleja irrevocablemente.
XXY aborda lo que se ha dado en llamar "intersexualidad". Yo no os voy a explicar en qué consiste porque sólo cuento con la vaga idea que el propio nombre indica y, sinceramente, una explicación más detallada me va grande. De todas formas, todo queda bien claro en la película así que por eso no os preocupéis.
En XXY se conjuga una sutil explicación de lo médico con una sensibilidad y una riqueza humana sin parangón. Y es que llega un momento en que lo importante no es ya el síndrome-lo-que-sea, sino la propia aceptación, el amor, la familia, el apoyo.
Sigue siendo una historia complicada, por supuesto, pero como en el fondo lo son todas. Porque Alex, protagonista de esta cinta, siempre ha sido mucho más que un fenómeno médico, aunque no todo el mundo se diese cuenta desde el principio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario