Se agradece encontrar series así, que apenas te piden saber el nombre de sus protagonistas: a cambio de nada te hacen pasar unos ratos estupendos.
Todavía no sé cómo lo ha conseguido, pero Modern Family es una de las pocas series que, con casi cuatro temporadas a cuestas, puede presumir de mantener el tirón y, lo que es aún más sorprendente, mejorar con cada temporada.
No sé si el hecho de no necesitar mucha continuidad (los primeros minutos de cada capítulo ya sitúan el contexto) hace esta tarea más fácil o más difícil. Y es que hay bastantes series circulando que al cabo de un tiempo agotan su concepto y para cuando deciden renovarse ya es demasiado tarde o, lo que es más frecuente todavía, el cambio es tan radical que se convierte en una serie distinta, para disgusto de los seguidores más puristas.
A lo mejor precisamente porque no se aferra a una idea única y firme, Modern Family puede renovarse con cada capítulo y de esa forma mantener una perenne sensación de frescura. Porque realmente cada episodio constituye una historia completa, sin necesidad de segundas partes o extras y, si hacen falta, no lleva más de treinta segundos poner al espectador al día.
La verdad, cuanto más lo pienso, más mérito me parece que tiene ser capaz de crear una serie coherente con unos protagonistas tan numerosos, cuyas historias quedan siempre perfectamente entrelazadas. Pensadlo: en condiciones como estas sería muy fácil acabar con un montón de anécdotas dispersas; sin embargo, cada capítulo de Modern Family ofrece distintas ramas perfectamente focalizadas. Esperemos que mantengan su fórmula.
Buena serie, sí. A ver si siguen por el buen camino.
ResponderEliminarme encanta esta serie pero si lo que te gusta es eso ya veras con Weeds... jajaja
ResponderEliminarDe momento llevo tres capítulos y cada uno es más surrealista que el anterior jaja Ya tengo ganas de comentarla contigo, que todos tienen mucho jugo.
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