Algunas veces, aunque no todas, lo realmente importante de un viaje es el viaje mismo. En esas pocas ocasiones el destino apenas pasa de complemento circunstancial.
Cuando ocurre eso viendo una película poco se puede hacer para resumirla. Además, ya sabéis que en este blog no somos muy amigos de resúmenes; los perdimos por el camino.
The Darjeeling Limited es uno de esos viajes. No voy a detenerme en esa parte porque la gracia de la película precisamente reside en ella.
Sí os voy a contar algo que me ha maravillado de esta película, aun a riesgo de estropearla un poquitín: su estructura, perfectamente circular, simplemente me ha encandilado. La forma en que un final (vamos a dejarlo así) da comienzo y conclusión al relato es, a mi modo de verlo, simplemente brillante. Es un gustazo ver películas así, en las que cada detalle encaja con el todo que lo rodea. Pero claro, siendo una película de Wes Anderson tampoco es que nos pille desprevenidos.
Eso sí, The Darjeeling Limited no es como las demás películas que he visto de este director. Es muy suya, de eso no cabe duda, pero tiene un regusto agridulce que no alcanzaban las demás. Es más, creo que nunca me había encontrado con una película tan ambivalente en ese sentido: nunca había tenido tantas ganas de reír y llorar, todo al mismo tiempo. Fue sólo por un segundo, pero llevaré conmigo ese momento hasta el fin del trayecto.
Cuando ocurre eso viendo una película poco se puede hacer para resumirla. Además, ya sabéis que en este blog no somos muy amigos de resúmenes; los perdimos por el camino.
The Darjeeling Limited es uno de esos viajes. No voy a detenerme en esa parte porque la gracia de la película precisamente reside en ella.
Sí os voy a contar algo que me ha maravillado de esta película, aun a riesgo de estropearla un poquitín: su estructura, perfectamente circular, simplemente me ha encandilado. La forma en que un final (vamos a dejarlo así) da comienzo y conclusión al relato es, a mi modo de verlo, simplemente brillante. Es un gustazo ver películas así, en las que cada detalle encaja con el todo que lo rodea. Pero claro, siendo una película de Wes Anderson tampoco es que nos pille desprevenidos.
Eso sí, The Darjeeling Limited no es como las demás películas que he visto de este director. Es muy suya, de eso no cabe duda, pero tiene un regusto agridulce que no alcanzaban las demás. Es más, creo que nunca me había encontrado con una película tan ambivalente en ese sentido: nunca había tenido tantas ganas de reír y llorar, todo al mismo tiempo. Fue sólo por un segundo, pero llevaré conmigo ese momento hasta el fin del trayecto.
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