jueves, 19 de julio de 2012

Un dios salvaje

Un dios salvaje está basada en la obra teatral homónima de Yasmina Reza. Fue adaptada a la gran pantalla por Roman Polanski y la propia Reza.
Cabría suponer que la adaptación de una obra de teatro al cine sería más fácil que la de una novela. Sin embargo, no podemos dejar de tener en cuenta que el teatro es muy distinto al cine. El teatro tiene un sabor bien diferente, una viveza que se puede palpar. Lógicamente esto no puede ocurrir en el cine porque tú no estás a
Este es el problema de Un dios salvaje. Aunque es muy intensa, no puede llegar a serlo tanto como una representación en vivo. Quizá Polanski y Reza se empeñaron demasiado en ser fieles al original y no supieron suplir las carencias del diferido. 
La interpretación de los actores (Jodie Foster, John C. Reilly, Kate Winslet y Christoph Waltz) es fantástica, lo mejor de la película, pero ni siquiera esto puede resolver los problemas de la adaptación.
Hombre, la película conserva parte del encanto, eso no lo puedo negar, aunque sólo sea por cómo se plantea desde el principio. Pero le falta un algo.
Con todo, la idea es (o era) estupenda: dos matrimonios que se conocen porque el hijo de unos agrede con un palo al de los otros. Para evitar juicios, denuncias y otros follones, los padres deciden hablar entre ellos de una manera más cordial, más educada y, como les gusta decir a ellos, civilizada
Aquí entra en juego el dios salvaje. Lo que empieza como un debate muy adulto sobre educación y valores se convierte muy pronto en una batalla que no por encarnizada deja de ser algo patética.
Y es que estos adultos no disponen de los medios (que no armas) de los niños: no pueden desahogarse o, si se quiere, expresar sus verdaderas emociones de un modo físico porque es "de mala educación". El resultado de tanta frustración reprimida, hoy una auténtica pandemia social, es más que digno de observar. 
Vería encantada Un dios salvaje en cualquier teatro. Ahora, la película... no es que me apetezca especialmente repetir, la verdad.

2 comentarios:

  1. No vi la película, pero sí leí la obra. Me gustó, pero no mucho más allá de pasar un rato entretenido. Es verdad que sabe reflejar con mucho sentido del humor el "salvajismo" de nuestra civilización, pero me dejó un sabor agridulce.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Vaya, yo que pensaba que la obra tenía que ser una pasada... :S
      La verdad, si la obra no te chocó, creo que la película te va a dar bastante igual. Pero bueno, si la ves cuéntame qué te parece.

      Eliminar