Espero no ser la única persona aquí que siempre llora con una película aunque ya la haya visto un millón de veces. De verdad que lo espero.
Me "escandalizo" tanto porque no soy una persona que suela emocionarse fácilmente; o por lo menos no lo era. El caso es que desde hace algún tiempo no puedo evitar llorar (o acercarme peligrosamente) cada vez que veo ciertas películas. Es el caso de Bajo el sol de la Toscana.
Sí, me emociono con esta película tipo telefilm. Pero no es su estética lo que me gusta de ella. De hecho, no me fijé en eso hasta hoy y desde luego no son pocas las veces que la he visto.
Lo que valoro de Bajo el sol de la Toscana es lo que de alguna manera representa: es esperanza. En qué, eso ya no sabría decirlo con exactitud. Lo que sí tengo claro es que transmite una cierta ansia de vivir, de probar cosas nuevas, sin miedo. Llega a ser un poco exagerada a veces, pero siempre tiene al menos un toque significativo. Pasar una tarde de llorera con esta película es una experiencia casi catártica; viene bien de vez en cuando.
Me gusta Bajo el sol de la Toscana porque irradia, a su manera, belleza en cada frase, donde reside su mayor fuerte. No hace historia, pero es una de esas películas que recupero de vez en cuando para "reconciliarme con el mundo". Encontraréis películas mejores, sí, pero pocas voces más sensibles.
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