Cómo entrenar a tu dragón me pareció una película encantadora cuando la vi. Por eso, la certeza de una segunda parte me tenía un poco dividida: quería ver cómo evolucionaba la situación pero, por otro lado, temía aquello de "segundas partes nunca fueron buenas".
Pues bien, Cómo entrenar a tu dragón 2 se queda en un muy digno término medio. Consigue desarrollar con el suficiente interés las bases que ya quedaron asentadas en la primera película, aunque le falta un puntín para llegar a su nivel.
Creo que en parte eso se debe a que intentaron complicar la trama. Es cierto que la de Cómo entrenar a tu dragón era una historia extremadamente sencilla, al borde de lo simplón sin más, pero tan bien aprovechada que daba lo mismo. En esta segunda parte, intentando superar eso, lo que hacen es fusionar dos líneas de acción ligeramente distintas que finalmente confluyen en un único punto. Vale, está bien, no voy a negar que a estas alturas ya hacía falta algo así. La única pega que le pongo es que quizá ese nexo no es tan perfecto como cabría esperar. Creo que hay un par de detalles que quedaron, no exactamente sueltos, sólo un poco descuidados. Debe de influir que a partir de un momento determinado les entró mucha prisa por que pasasen cosas verdaderamente emocionantes o por que terminase la película. No es que se entienda peor el conjunto, es sólo que el resultado no es tan limpio y, además, está un poco descompensado.
De todas formas, Cómo entrenar a tu dragón 2 me ha servido para quedarme más tranquila con esto de las secuelas en general. Creo que las siguientes entregas (de momento se habla de una tercera y una cuarta parte, aunque no hay nada asegurado) podrían ser incluso mejores que esta.
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