Ya hemos pasado el ecuador del año, ya puedo estar más segura todavía de que para mí la película del 2014 es Her. Y punto. Chef me recuerda un poco a ella en el sentido de que, a su manera, también se ha hecho un hueco propio este año. De hecho, salí del cine comentando que "era la Her buenrollista del año" y no encuentro una manera mejor de expresar mi impresión sobre esta película. Ahí termina la conexión entre ellas.
El argumento de Chef es bien sencillo, pero es que tampoco se echa en falta ninguna complicación más. Creo que este es un buen momento para defender las películas como esta. Son historias que tienen bien claro qué quieren hacer, de dónde vienen y adónde quieren llegar. A mí esta me parece una cuestión esencial, aunque a menudo acaba perdida en medio de todo lo demás, sea lo que sea.
En Chef al final lo que brilla es el conjunto. Por lo menos a mí se me hace imposible escoger un único momento o una parte favorita. Esto mismo acaba creando una sensación de estabilidad que se hace extraña quizás porque se acerca peligrosamente al estatismo. Al fin y al cabo, en Chef no hay un conflicto tan tremendo como en otras historias.
La cuestión es, insisto, que no se echa en falta algo más espectacular: no es necesario. Chef está perfecta como está.
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