sábado, 2 de febrero de 2013

El lado bueno de las cosas

Yo fui al cine el otro día esperando encontrarme con una comedia romántica diferente, "indie", si se quiere, y me encontré con una película que iba de indie y no pasaba de comedia romántica. Ese es el problema de trailers que enseñan más de la crítica que de la película en sí.
Me sabe mal decir que El lado bueno de las cosas sea una mala película porque, sinceramente, creo que a tanto no llega. Ahora, también os digo que no es tan buena como la crítica dice. Aprovecho la ocasión para recomendaros, una vez más, que probéis a ver una película sin tener ni idea de qué va ni quién sale ni qué dice no sé quién. 
Lo que salva a El lado bueno de las cosas del más absoluto fracaso es su reparto. Es lo único que aporta firmeza, credibilidad y peso específico al film pero ni siquiera unos actores tan estupendos pueden convertirlo en algo que valga la pena ver más de una vez.
Es una verdadera lástima porque la historia tenía mucho potencial; prometía no ser la típica comedia dramática y al final resulta un híbrido entre eso y algo más, una mezcla muy extraña y perturbadora. 
Probablemente el mayor problema de El lado bueno de las cosas es que hay demasiada distancia entre lo que promete y lo que es. De no haber sido así, tengo la sensación de que el balance (por lo menos el mío) habría sido más positivo. 

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