sábado, 2 de junio de 2012

Young Adult

Me siento decepcionada, para ser sincera. Ya os dije en su día que me encanta Jason Reitman. De hecho, un día le dije a una amiga de clase:
Jason Reitman + Diablo Cody = PELICULÓN ASEGURADO
Me duele en lo más profundo del alma reconocer que me equivocaba. Yo tenía una fe ciega en esta colaboración pero Young Adult no ha cumplido con mis expectativas. 
Sí, tenía ese punto ácido que me gusta en las manzanas y en los guiones de Diablo Cody, pero es mucho mucho más plana que sus otras películas. O por lo menos yo no aprecio un cambio significativo en Mavis, la protagonista.
Reitman suele tomar una historia o, mejor, un tipo de personaje, y retratarlo de una manera nueva. No caricaturesca, sólo nueva. Le da carisma, en una palabra. 
En esta ocasión, Reitman y Cody recuperan a la chica popular de ciudad pequeña, la imagen del éxito en un "pueblo de mala muerte", que vuelve después de muchos años y simplemente no encaja. 
Nadie se va del todo. No pretendo ponerme en plan Melinda Gordon; me refiero a que, aunque dejemos la casa familiar, hace falta un lugar al que volver. O al que poder volver, más bien. En el caso de Mavis (y de todas esas chicas de éxito local a las que representa), ese hogar en potencia se esfuma de pronto, casi como si no hubiese existido nunca. Es triste, y esa es la sensación que domina toda la película. 

Lo bueno del cine de Jason Reitman es que puedes acabar conociendo a sus personajes, incluso cogiéndoles cariño. No es el caso de Young Adult: Mavis no resulta accesible. No lo era para sus compañeros de instituto ni lo es para el espectador. A lo mejor ese es el efecto que Reitman y Cody buscaban, no lo sé. Quiero creer que es así, aunque lo hago por motivos sentimentales, lo reconozco. 

Ojo, sí he encontrado algunos detalles salvables: la banda sonora, como siempre, y algunas frases memorables de esas a las que Cody nos tiene acostumbrados. 
Pero no sé, después de verla quedé peor que al empezar. Cosas que pasan ¿no?

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