Las comparaciones son odiosas, pero que hay motivos más que suficientes para llamar a Bolaño "el Borges pop" es una verdad que está ahí, imposible de ignorar.
Borges es uno de los autores que dio pie a la renovación de la literatura hispanoamericana en los años cuarenta del pasado siglo XX. Fueron años, en mi opinión, extraordinarios. Precisamente por esto no es de extrañar que cualquier autor que de una u otra forma recuerde a aquellos precursores demuestre una calidad similar.
Puede que en este sentido no sea precisamente objetiva. Es frecuente sentir predilección por unos autores u otros, y en mi caso Borges es uno de mis autores favoritos. Como no podía ser de otra manera, Bolaño se suma con esta colección de cuentos a la lista de escritores que siempre tendrán un hueco en mi estantería.
Borges formaba parte de esa corriente que se suele llamar "fantástica". Se preocupaba por los mecanismos que conformaban la realidad, dudaba de lo que sus ojos veían y no rechazaba la idea de universos paralelos. En Bolaño todavía queda algo de eso, sólo que esta vez por lo que se preocupa el escritor es por el individuo en sí.
Los cuentos de Bolaño se caracterizan por un profundo análisis psicológico de sus protagonistas, cada uno a su manera, y por una profunda pasión por la literatura. Con relatos como estos, a una le dan ganas de leer más y más, de ampliar los propios horizontes literarios y aprender, simplemente por el placer de saber. Es una de las muchas maravillas que reúne esta colección.
Sin embargo, la profundidad de estas historias deja también espacio a una cierta comicidad. No nos confundamos: uno no lee a Roberto Bolaño para reírse un rato, aunque de vez en cuando lo hace. No sabría explicar de qué manera logra Bolaño crear este efecto, pero lo hace.
Para terminar, me gustaría recomendar algunos de mis cuentos favoritos:
- "El retorno". Bizarro y surrealista, se burla de la tradición de lo paranormal de una forma sutil y magnífica.
- "El policía de las ratas", una historia clásica de detectives y asesinos en un escenario no tan convencional.
- "El viaje de Álvaro Rousselot", un relato de viajes y anécdotas curiosas que, al parecer, de vez en cuando tienen lugar en el mundo de la literatura.
- "Fotos" y "Carnet de baile". Inquietantes, cada uno a su manera.
- "El Gusano". No sé explicar exactamente qué me gustó de este cuento. Supongo que lo que me enamoró fue su atmósfera bohemia. En cualquier caso, no creo que llegue a olvidar la estampa del hombre de blanco sentado siempre en el mismo banco.
- "Otro cuento ruso". Aparte de que me encantan los autores rusos, este relato me llamó especialmente la atención porque la biografía de su protagonista se presenta de forma secundaria, por así decir: el narrador cuenta al lector lo que el protagonista le contó a él. Brillantemente ambientado, es muy fácil perderse por las calles que presenta.
- Y (curiosamente) por último, el prólogo, "Consejos sobre el arte de escribir cuentos". Sé que hay por ahí mucha gente que no lee los prólogos, pero éste realmente merece la pena: es página y media que marca la pauta de todo lo que vendrá luego. Absolutamente brillante; imposible añadir nada más.
Muy pendiente, este libro.
ResponderEliminarSabía yo que este te iba a gustar ;)
EliminarYa me contarás cuando lo leas.