lunes, 4 de junio de 2012

Amélie

Estoy en paz con el mundo. Debe de ser el "efecto Amélie".

¿De qué trata Amélie? Me niego a recurrir a aquello de: "Es una joven introvertida que un buen día...". Aparte de que me molestan este tipo de resúmenes, pienso, basándome en el regusto que me ha dejado, que Amélie es mucho más.
Me ha parecido más alegórica. Creo realmente que en la anécdota de este maravilloso personaje se puede entrever algo más profundo, más etéreo. No le puedo poner nombre ni adjetivo ni color, pero sé que está ahí y que no soy la única que piensa así; no puedo serlo. 
Es verdad que los acontecimientos diarios, (casi) nimios, tienen un peso clave en el desarrollo de los acontecimientos. Pero éstos llevan a algo más. ¿A qué? Supongo que dependerá de cada espectador.
Ésa es la maravilla de Amélie. No hay una sola interpretación ni una única impresión, pero sí un efecto universal.

De estética colorista y toques brillantemente fantásticos, Amélie te transportará a una ciudad en la que un muerto, un fantasma de sólidas intenciones, recorre todos los fotomatones parisinos en busca de alguien que le recuerde; un espacio en el que las respuestas apropiadas pueden salir a voces de una alcantarilla; un mundo de gnomos nómadas.

No puedo irme sin dedicar unos minutos a su banda sonora, simplemente genial, adecuada a cada momento: tan nostálgica como divertida, sin dejar de lado un sutil toque circense al que no me puedo resistir. 


Puesto #46 de las 200 de Cinemanía.

3 comentarios:

  1. Amélie es genial. No solo porque sea un peliculón en cuanto a color y demás. De ese director te recomiendo Delicatessen. :)

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  2. Escuhar el video, cerrar los ojos y sentir cada nota adentrandose en la oscuridad de tu mente y después tomar un respiro en la superficie de la imaginación.

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