sábado, 5 de marzo de 2016

Fangirl, de Rainbow Rowell

Empecé a oír hablar de Fangirl en un momento en que estaba viviendo lo que llaman "fandom" de una manera bastante intensa. Estaba muy estresada, muy frustrada, y agotada hasta unos límites que nunca antes había conocido; necesitaba el refugio de la ficción. Y eso, según decían, es Fangirl. Más o menos. 
Tengo la sensación de que Fangirl funcionó para mí más por las circunstancias en que lo leí que por ella misma. Y es que seguramente este es el único año en que podría haberme identificado con Cath, la protagonista. Además de por la ansiedad que os comentaba al comienzo del post, este es el primer año que vivo fuera de mi casa, como ella. Hombre, tengo a mi favor que soy algo mayor (cómo se notan esos cuatro años) y que este no es mi primer año de universidad. Vamos, que mi cupo de novedades es más reducido.
Pasados esos puntos en común, acabé perdiendo el interés. Supongo que era inevitable: con este libro me alejé mucho de lo que suelo leer ahora mismo y, aunque no me cuesta salir de mi "zona de confort", sí es difícil retenerme fuera de ella. Terminé porque es un libro sencillo, tierno y carismático, y también porque soy incapaz de dejar un libro a medias. Además, lo que en ningún caso se le puede negar a Fangirl es que tiene una voz personalísima. Eso es lo que me llevo de esta novela. Puede que no tengamos las mismas prioridades, pero Fangirl es capaz de hablar como una persona real. Y si encima parece que te puede entender, tienes asegurado que al menos pasarás un rato a gusto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario