domingo, 27 de julio de 2014

Thor. El mundo oscuro

Pues parece que Thor va madurando. Y Loki sigue siendo igual de genial, así que perfecto. 
Thor. El mundo oscuro recupera lo mejor de Thor, mejora lo que no estaba del todo claro y quizá fracasa en lo demás. Lo curioso es que el resultado no es malo. Es una película muy entretenida y hasta con algunos puntos geniales. El problema es que el auténtico interés parte sólo de uno de los bandos enfrentados en la historia. Es cierto, y esto todavía me sorprende, que al final casi no se nota porque la historia es lo bastante envolvente como para que sólo interese lo que pueda pasar a continuación.
Pero volvamos al tema que nos ocupa. Una vez más, tenemos a Thor a un lado, secundado por su grupo de héroes intrínsecamente buenos. La diferencia es que Odín baja (o cae, juzgad vosotros mismos) del pedestal en el que estaba tan cómodo, mientras que Loki resurge de sus cenizas no como un personaje más fiable, sino menos malvado; y quizá ni eso. Me interesan este tipo de cambios porque demuestran que un personaje, por muy canónico que pueda parecer, nunca deja de ser tan humano como cualquiera de nosotros. 
Es una pena que esa riqueza se reserve en este caso a unos pocos personajes, mientras que a otros no se les da la oportunidad de demostrar que podrían ser tan buenos como el protagonista (salvando las distancias, claro) y ni siquiera se nos permite intentar entenderlos: son malos porque son malos y no hay más que hablar. No sé, yo creo que se podría haber generalizado esta hondura tan potente. El resultado habría sido redondo ¿no?
Con todo, ya digo que me gustó Thor. El mundo oscuro. Comento estas cosas porque me llamaron la atención, aunque no llegaron a suponer ningún obstáculo para el disfrute de la película. Teniendo en cuenta todo lo negativo que he dicho sobre ella, hasta podría decirse que es todo un logro que el conjunto funcione así de bien.

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