Para mi sorpresa, Juan Marsé es uno de los autores españoles más adaptados al cine. Me sorprende porque, a juzgar por las novelas que leído de él (El amante bilingüe y Si te dicen que caí) no parece un autor fácil de trasladar a la gran pantalla. Ya os comentaba en aquellos posts que Marsé tiene un cierto toque de surrealismo que a mí me fascina pero que, sinceramente, no sabría cómo traducir en imágenes.
Afortunadamente, para eso está Vicente Aranda, que después de adaptar unas cuantas obras de este autor ya se puede considerar un experto en el tema.
Os podréis imaginar los reparos que tenía yo hacia Si te dicen que caí. No sólo me había encantado el libro y tenía miedo de que lo estropearan, sino que, siendo totalmente sincera, todavía no acabo de asimilar con especial entusiasmo las adaptaciones de novelas.
Ahora, me quito el sombrero ante Aranda. El resultado final parte de la novela, sin olvidarla pero sin aferrarse a ella. No tiene lagunas, no hay nada que no se pueda entender sin haber leído la novela. Es más, ayuda a resolver las incógnitas que quedan tras la primera lectura.
Pero, sobre todo, lo que agradezco infinitamente, es que el sabor que deja la película es el mismo que el de la novela. ¿Puede haber mejor adaptación que esa?
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