Con Frances Ha cubro el cupo de relaciones complicadas con películas para una temporada larga. Es que, para empezar, aún no sé si me gustó o no. A lo mejor al final del post me aclaro; os lo digo para que os hagáis una idea del punto de partida de hoy.
Frances Ha empieza bien. Tiene un aire como de cuento urbano que a mí, personalmente, me pierde. Pero Frances no tarda mucho en entrar en una delirante espiral de autodestrucción que aún no consigo entender. Es como si no fuese capaz de continuar con su vida fuera de los límites que ella misma se ha impuesto. No os daré muchos detalles porque lo interesante es verlo sin más.
Supongo que se le puede perdonar porque cae bien. Frances es una chica especial y se entiende que todo lo que hace, por absurdo que sea, es parte de su idiosincrasia. Es como Nancy medio siglo después y con los pies más cerca del suelo. Bueno, Nancy no me gustaba, no sé si os acordáis, pero Frances me recuerda a ella porque las dos acaban pareciendo de carne y hueso. La diferencia es, como digo, que a Frances le cogí hasta cariño. No sé muy bien cómo pasó pero ahí está.
Sigo sin estar del todo segura de si esta película me gustó o no. Creo que "gusto" no es la palabra más adecuada para esta ocasión. "Reconfortante", "fascinante", "magnética" seguramente funcionen mejor.
Ahora me apetece volver a verla.
Sigo sin estar del todo segura de si esta película me gustó o no. Creo que "gusto" no es la palabra más adecuada para esta ocasión. "Reconfortante", "fascinante", "magnética" seguramente funcionen mejor.
Ahora me apetece volver a verla.
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