Probablemente el de los alienígenas sea uno de los temas más tratados del cine. No soy una experta en el asunto, ni mucho menos, y realmente son muy pocas las películas de extraterrestres que he visto (la mayoría por culpa de la misma amiga) pero esta es, sin duda, mi favorita de todas ellas.
Encuentros en la tercera fase es Spielberg en estado puro. Tiene ese planteamiento tan casual, tan de pasada, que hace la transición hacia lo demás más sutil y sencilla. Es como si cualquier cosa pudiese pasarle a cualquiera; te hace sentir potencialmente importante.
La amiga que me recomienda estas películas me decía que una de las cosas que más le gustaban de estas películas de Spielberg es que los humanos también eran muy entrañables. Me hizo pensar que realmente en estos temas los malos solemos ser nosotros: somos los que tememos a lo desconocido, los que huimos de él y, de paso, intentamos hacer el mayor daño posible. La verdad, no nos dejan en muy buen lugar. Pero bueno, aquí está Encuentros en la tercera fase para enmendarlos y devolvernos un poquito de fe en el ser humano.
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