A mí que no me digan que esto son sólo tres películas de viaje hacia un volcán.
Que El retorno del rey es, de lejos, la película más épica de toda la saga es una verdad universal. No hay discusión posible a ese respecto.
Lo que me he encontrado en esta ocasión es que, a pesar de las grandiosas batallas y los finales exultantes, El retorno del rey no se despega de un absoluto horror. En este momento llegamos al culmen de la tensión, a todos los niveles: las fuerzas a las que se enfrentan los protagonistas avanzan desde todos los flancos, arrinconando cualquier esperanza posible. No todo el mundo puede afrontar una situación así con la misma entereza.
Creo que esta es la primera vez que veo con claridad hasta qué punto está trabajada esta parte de la trama. Hay reyes nobles, por supuesto, pero también otros tantos personajes menos honorables. Pienso en Denethor, por ejemplo, que ofrece desde el principio una imagen bastante lamentable: es el miedo y la locura llevados al extremo, a la inmovilidad, al desastre y la decadencia irreversible.
El retorno del rey reúne, en fin, todo lo que ya podíamos ir suponiendo a lo largo de La comunidad del anillo y Las dos torres, todos aquellos claroscuros en su máximo esplendor, que no pueden conducir sino a una nueva era.
Os dejo con una de mis escenas favoritas de esta película que, además, resume bastante bien lo que hemos comentado.
Puesto #4 de las 200 de Cinemanía.