miércoles, 17 de mayo de 2017

Mr. Fox, de Helen Oyeyemi

Mr. Fox empieza como la historia de Mary Foxe, una musa que se venga de su autor, el señor Fox, por ser tan cruel y despiadado con sus personajes femeninos. ¿Hacía falta algo más para zambullirme en esta novela? No, realmente no. 
Sin embargo, es posible que estuviese demasiado inmersa en esta idea como para disfrutar lo que Mr. Fox es en realidad: una colección de cuentos. Y son unos cuentos maravillosos, quiero dejar eso claro. Tienen ese levísimo toque de fantasía que adoro (aunque no lo sabía hasta ahora), y un encanto personal que jamás podré olvidar. Todavía se ve algo de la lucha entre personaje y autor que comentaba al principio, pero sólo si se observa con mucha atención. 
Y volvemos a mi dilema: ¿me quedo con unos relatos fantásticos y olvido la primera idea, o realmente estoy en lo cierto si digo que el relato marco de Mr. Fox no está bien rematado? A mí me sigue sonando raro, por más vueltas que le doy, pero es que no encuentro resuelto aquel conflicto original. Aunque me encantó que Daphne se desarrollase como algo más que "la mujer del escritor", no dejo de pensar que la línea que se abrió con ella no acabó de cuajar en el conjunto porque, a la hora de la verdad, las que evolucionan son ella y Mary, no el señor Fox. Quizás en un sentido metaliterario este es el mejor giro posible pero, no sé, sigue sin parecerme el empate que Mary merecía. Claro que siempre estuve de su parte; el señor Fox nunca tuvo la más mínima oportunidad.

Necesito tanto comentar Mr. Fox con alguien más que verla traducida me emociona profundamente. 

3 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Totalmente. Sé que da la impresión de que quedé un poco decepcionada, pero de verdad creo que Mr. Fox es una lectura que merece toda la pena.

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