Sinceramente, nunca tuve muy claro hasta qué punto era necesaria una nueva versión de La Bella y la Bestia, sobre todo cuando la promoción insistía tanto en que era un calco de la versión animada. Aunque, todo hay que decirlo, también estaba segura de que iría al cine a verla; nunca fui del todo inmune al fenómeno de masas.
¿Sabéis qué es lo más curioso? Que por una vez mis expectativas se acercaron bastante a la realidad. Me doy cuenta de que suena fatal dicho así pero dejad que me explique: creo que, efectivamente, esta versión de La Bella y la Bestia no intentaba más que adaptar la original a los tiempos modernos. Nunca se trató de renovar, sino de añadir algún detalle aquí y allá para resolver las lagunas que de pequeños habíamos aceptado.
Tengo que reconocer que, de entrada, me habría gustado un concepto algo distinto pero no queda otra que apreciar La Bella y la Bestia por lo que es. Y, sinceramente, esto lo digo por mí misma, que parece que aún me cuesta reconocer que caí sin remedio en el encanto de la historia. Pero, insisto, lo que más valoro son sus pequeños añadidos. Me encanta, para empezar, que Bella no sea un caso clínico, y que ella y su padre tengan un pasado que realmente explica algo; y también valoré (aunque sufrí) el distinto matiz de la maldición de esta historia. En el fondo debería sentirme más que satisfecha por haberme involucrado tanto y con tanta intensidad en una trama que ya no podía sorprenderme.
Ojalá pudiese terminar este post con tan buen sabor de boca pero hay algo que aún me reconcome, y viene precisamente de la mano de esta supuesta modernidad. A ver si consigo resumirlo. ¿Por qué Le Fou no podía acabar la película besando a ese chico tan guapo, como todas las parejas heterosexuales de la historia? ¿Por qué La Bella y la Bestia sigue perpetuando los mismos estereotipos de los años noventa? ¿Por qué aún parece que la homosexualidad debe ceñirse al subtexto o arriesgarse a ser una parodia? Si somos tan modernos, ¿no deberíamos serlo para todo?
Pasaba por aquí, ningún teléfono cerca... (Aute, si no me falla la memoria).
ResponderEliminarSolo quería saludarte y decirte que tengo de música de fondo "Mule Variations", de Tom Waits. Si no lo conoces, tal vez conviene acercarse por "Closing Time". Si ya lo has probado (quien lo probó lo sabe), quizás "Bone Machine".
Buenas noches, mi querida y admirada Ana.
Hola, María José.
EliminarPues no lo conocía, la verdad. ¡Apuntado!
Gracias por pasarte.