lunes, 27 de mayo de 2013

Todas las canciones hablan de mí

Chico conoce a chica, chico y chica se enamoran, chico y chica entienden las canciones tontas de la radio. 
Chico y chica se desenamoran, chico y chica se deprimen con las canciones tontas de la radio, chico y chica hacen como que no se conocen. 
Más o menos de este planteamiento nace Todas las canciones hablan de mí. Sin embargo, no es tan típica como pueda parecer a partir de ese esquema. 
El desarrollo de la historia me ha sorprendido muy gratamente: te planta en la trama de sopetón, sin más explicaciones; te va contando poco a poco quién es quién y qué papel tiene en la historia. Es, a falta de una expresión mejor, una película muy literaria. 
Es cierto que, aunque en general está bastante bien, hay algunos detalles que parecen como de relleno, que quedan muy en el aire y nunca terminan de resolverse. Al fin y al cabo, casi toda la película parece encaminada hacia el desenlace; lo demás no dejan de ser estaciones por las que el paso se hace necesario. Lo que me rompe todos los esquemas es que en otras ocasiones la atención al detalle parece más que exhaustiva. Esta película me desconcierta un poco en ese sentido, sinceramente.
Pero bueno, se deja ver: la historia está bien, los actores lo hacen genial, la banda sonora es más que aceptable... Es más o menos lo que me esperaba, aunque no de la forma que imaginaba. Vamos, que me ha sorprendido sin sorprenderme. Sé que suena raro, pero confío en que podáis entenderme después de ver esta película. 

martes, 21 de mayo de 2013

Intocable

Hay películas, como Intocable, que impresionan por su increíble sentido del humor. No nos engañemos: ¿cuántos imaginamos alguna vez que podríamos reírnos con la historia de un hombre tetrapléjico?
Intocable es más que sorprendente en ese aspecto porque se sobrepone a cualquier atisbo de autocompasión y no tiene ningún miedo de resultar un poco incorrecta a veces, aunque nunca se acerca a los límites del mal gusto. Bueno, eso me parece a mí; alguien especialmente sensible a lo mejor se siente herido, vete tú a saber. 
Supongo que este es un punto conflictivo porque lo primero que te dicen, nada más empezar la película, es que se trata de una historia real. Yo no tengo problemas con eso, ya os lo dije en otra ocasión, porque nunca considero una película completamente veraz. Claro que eso también depende de cada uno, supongo.
Pensar así me permite olvidarme de ese tipo de cargas (que no dejan de ser las que la sociedad impone, por otra parte) y centrarme en la historia en sí. De esta forma puedo apreciar la joya que es Intocable: la suya es una trama fluida, bien desarrollada, protagonizada por unos personajes estupendos, todos con su propio toque. Es, en definitiva, una película excelentemente equilibrada que no deberíais perderos.

sábado, 18 de mayo de 2013

Rebelión en la granja, de George Orwell

A pesar de lo que pueda parecer, no soy muy amiga de las lecturas obligatorias. Sin embargo, hay algunas novelas que se hacen necesarias. 
Mucha gente parece pensar que la literatura no sirve más que para entretenerse o tener algo bonito que mirar. A ellos no puedo sino decirles que empiecen a mirar más allá de sus narices y echen un vistazo a libros como Rebelión en la granja. Es la dosis de realidad que les hace falta.

Rebelión en la granja recuerda mucho, claro está, a 1984. Sin embargo, la sensación que me ha dejado esta novela no es la misma; se parece, pero el sabor es distinto sobre todo porque, en cierto modo, la historia es más simple. Supongo que se debe al enorme parecido que guarda con las fábulas: los protagonistas son animales, el desarrollo es sencillo y todo parece inocente. Creo que es ahí donde reside su mayor fuerza. 
Es posible que Rebelión en la granja te pille con la guardia baja. El comienzo es francamente esperanzador: una revolución se gesta desde el estrato más bajo imaginable y da la vuelta al mundo conocido. Inspira. 
Muy pronto podemos darnos cuenta de que algo extraño está ocurriendo. No son más que pequeños detalles, en principio sin mayor importancia. O eso parece. A partir de este momento tendréis que estar muy atentos, pero no sólo al libro: Rebelión en la granja es tan impactante porque su estrategia de lectura se puede (y se debe) extrapolar al mundo real. Por eso Orwell era un escritor tan magnífico; por eso hay que leer Rebelión en la granja.
Y recordad: 
"En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en acto revolucionario". 

lunes, 6 de mayo de 2013

Paperman


Simplemente imprescindible.
En serio, no se puede decir más.

domingo, 5 de mayo de 2013

Chapa y pintura

Tres palabras que resumen a la perfección La muerte os sienta tan bien, una de esas películas tan de los noventa. 
Pongámonos en situación, que tampoco va a ser tan complicado: las dos protagonistas son dos antiguas amigas unidas más por la rivalidad que por cualquier otra cosa, no nos engañemos. Entre ellas, igual que en la foto, el personaje de Bruce Willis, que no sabe en qué lío se ha metido. Por cierto, no sabía que Bruce Willis podía ser gracioso, menuda sorpresa me he llevado. 
El caso es que estas dos amigas se pasan buena parte de su vida compitiendo por ver quién es más guapa, quién tiene más éxito entre los hombres y bla bla bla. Yo es que esas cosas no las entiendo. 
En fin, que acaban comprando una especie de pócima de la eterna juventud que, sí, detiene el tiempo, pero las deja más fosilizadas que otra cosa y acaban condenadas a cargar con un cuerpo de escayola que se cae literalmente a pedazos. Mientras, Bruce Willis escapa de sus locuras y encuentra el sentido de la vida. 
¿Es gracioso porque es cierto? No sé, yo me niego a creerlo pero se ve cada cosa por ahí... La verdad es que esta es una situación incierta porque, para bien o para mal, hay gente para todo.
Después de todo esto, poco me queda que decir sobre la película en sí. Ni fu ni fa, para resumir. Hombre, a lo mejor la culpa es mía: cuando me ofendo no me doy cuenta de nada; mi ira se concentra en un solo punto, como un rayo láser, y de ahí no salgo. 

Mamá, feliz día y muchas gracias por no haberme educado en los valores de las protagonistas de La muerte os sienta tan bien.